diciembre 28, 2015

Acabemos con el Chuperio de una vez por todas


Chuperio 2015



Las construcciones en las faldas del cerro Chuperio no son novedad. Han incrementado con el crecimiento de la población durante los últimos cuarenta y cinco años. Algo ha defendido al cerro: su constitución arcillosa; de lo contrario ya fuera una mancha urbana. Sin embargo los afanes y la ambición por sacarle un tajo de dinero no cesan. Más allá de que es un símbolo para ciudad Altamirano, cosa que no debe dejarse de mencionar (los pobladores aborígenes ahí tenían sus asentamientos), constituye un monumento natural que debe preservarse hoy más que nunca que los trastornos en la naturaleza son notorios y tal vez ya irreversibles causados en el último siglo de progreso acelerado. Pero resulta que el cerro tiene dueños (¿a quién pertenecería antes del reparto ejidal?: tal vez a algún hacendado que lo usurpó a la propiedad comunal), y tratándose de cosa donde se le puede sacar dinero, es asunto delicadísimo entre hombres.

diciembre 21, 2015

El corazón


El corazón se desmorona poco a poco desde hace tiempo. Un latigazo, y el corazón se agrieta y sus labios destilan una savia de tristeza. Luego viene la quietud. Su latido lo hace dueño del tiempo. Su tranquilidad y la ausencia del dolor hacen pensar en lo eterno. El corazón con sus grietas cuyos bordes ya están resecos recibe otro latigazo. Entonces los bordes se desmoronan en filamentos de una lluvia triste. Y así hasta que el sueño de la eternidad se desvanece y en el recoveco sombrío, último latido, el tiempo se separa de él. ~