septiembre 01, 2016

Albañiles


Despejan la neblina del bostezo,
el alba los riega tenue al trabajo,
ríen de sus chistes, echan relajo,
buscan el aliento de las palabras
porque el principio se presenta duro:
las varillas, los alambres, el fierro,
la tierra donde se levanta la obra,
como el primer día de destierro;
todo los recibe con gesto fiero,
la luz del alba, claridad del aire,
trae la fuerza para la jornada,
la claridad radiante los despega,
el sol hace brillar el entusiasmo,
trabajan afanosos, concentrados
y sus manos ablandan el acero,
escarban y la tierra se abre mansa,
es la hora del día en que todo avanza,
el optimismo fluye sin cansancio,
es la hora de la hormiga tenaz,
es la hora del engranaje que mueve
el círculo y la máquina del mundo,
el hombre puede crecer, nadie duda,
pero cae la tarde, la intensidad
de los hombres inspirados se apaga,
el día reposa en la luz que trae la tarde,
luz caliza que piensa en el mañana,
y que al parejo de los albañiles
desaparece del buen horizonte. ~